El gobierno de Pekín (China) tiene muy claro el proceso de salvaguardar la industria nacional. Dentro de las exigencias está la obligación de que las empresas extranjeras se asocien con fabricantes locales. Pero esto está avanzando y las autoridades no piensan terminar allí. Hay un plan más agresivo y es que las compañías extranjeras deberán compartir su tecnología con otras firmas de participación mayoritariamente china.
El grupo PSA Peugeot Citroën dijo que si tiene que desvelar sus secretos industriales no venderá híbridos en China. En estos momentos PSA tiene alianzas locales con las firmas Dongfeng y Changan; y hasta hoy estaba pensando en una una posible versión híbrida del sistema Hybrid4 para China. Es que la firma francesa analizaba con que el país oriental se convirtiera en su principal mercado a nivel mundial. Ahora todo dependerá de si aprueban las nuevas leyes o no.
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