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domingo, 14 de julio de 2013

Briggs & Stratton: de las cortadoras de césped a los autos híbridos...





La empresa Marathon Vehículos Eléctrico con sede en Montreal (Canadá) contribuyó a la plataforma de un vehículo revolucionario para la época (1980). Con el reto de cargar un peso de 453,5 Kg  en baterías de plomo-ácido en el segundo eje trasero, y de conseguir un diseño de seis ruedas. El concepto ofrecía una buena marcha, con resistencia reducida a la rodadura en comparación con cuatro neumáticos y con mucha carga.
Briggs & Stratton (hoy se la conoce por sus famosas máquinas de cortar césped de siempre) encargó al diseñador industrial Brooks Stevens - el de Willys Jeepster y  el motor fuera de borda Evinrude), para que produjera el diseño. Por conveniencia, el híbrido utilizaba las puertas y el parabrisas de la primera generación del Volkswagen Scirocco hatchback deportivo, pero todo lo demás era resuelto y agregado.
De esta forma, el modelo conocido como Briggs & Stratton Hybrid,  empleaba uno de los motores industriales refrigerados por aire de la compañía. 18 caballos de fuerza, motor naftero de dos cilindros y 700cc, con un motor eléctrico de 8HP. La configuración en paralelo-híbrido significaba que el coche podría funcionar exclusivamente a nafta o  energía eléctrica, o una combinación de ambos.



En su número de marzo de 1980, la revista Motor Trend determinó la velocidad máxima del coche en unos 90 Km/h, negando la posibilidad de que las pruebas de aceleración de 0 a 100 Km/H. Pero los editores lograron documentar los 34,35 segundos necesarios para llegar a 80 Km/h. El coche podría alcanzar una autonomía de entre 80 y 100 Km en modo eléctrico. Pero sin la ayuda del motor a nafta tardaba 45 segundos en el sprint.
Sin embargo, el tiempo le dio la razón a Briggs & Stratton con respecto a las tecnologías del futuro, sobre todo en torno a la idea de que un plug-in híbrido podría encontrar aplicación eficiente orientado a la familia. 
El enorme remolque virtual dentro de la carrocería del coche fue otra impresionante solución poco ortodoxa de la época (foto inferior).




En la producción en masa, Briggs estima que este sistema costaba en aquella época de u$ d1,500 a u$d 1,980 dólares, el equivalente a u$d 4.300 del presente. Hoy, el híbrido está alojado en el Museo Powerhouse Briggs & Stratton, en la sede de la compañía (Milwaukee, Wisconsin).
La mayoría de los autos híbridos actuales deben un poco de su capacidad de conducción, a la solidez de la creación iniciada por el híbrido de la compañía Briggs & Stratton en 1979.