La compañía Divergent Microfactories creo un superdeportivo: el Blade. Pero lo notable es que se trata de un auto nacido desde una impresora 3D (California, EE.UU).
La empresa apunta a construir coches más ecológicos por medio de la reducción de emisiones que provienen de la producción en fábricas. Es decir, la propuesta concreta es fabricar chasis con impresión 3D. Realiza plataformas con reticulados conformados por nodos en polvo de aluminio a través de un sistema de impresión láser. Todos unidos con caños de fibra de carbono.
Se logra así un chasis con reducción de hasta un 10% menos en relación a uno tradicional alcanzando sólo 46kg. Puede armarse en un espacio de poca superficie, el peso tortal es de 635Kg., dos asientos en tándem con un propulsor de 700 caballos que funciona con nafta o GNC.
Nada se sabe sobre la carrocería y si está dispuesto a pasar un crash test para confirmar su grado de seguridad. Sin embargo, es un gran avance. Habrá que esperar para ver hasta donde llega la gente de Divergent Microfactories.