Cuando Sergio Marchionne compró Chrysler para incorporarla a Fiat, aseguró que lanzaría un 500 eléctrico para cumplir con las emisiones requeridas por el estado más estricto de EE.UU: California.
Entonces el 500e apareció. Lo notable es que, según la empresa italiana, costará 10.000 dólares de pérdida por vehículo vendido.
Sólo está pensado para el mercado de Estados Unidos, y es por eso que -por ahora- se testeará en ese país.